La música es una ventana al alma. Toca nuestro inconsciente y llega a lo más profundo de nuestra memoria. Tanto así que hasta mi vida puede ser narrada en canciones.
Empezemos por "Oops I did it again" de Britney Spears, "La Bomba" de King Africa, "Ciega, Sordomuda" de Shakira, "Caraluna" y "Mi primer millón" de Bacilos y "Mayonesa" de Chocolate. Imagínense a una niña de 8 años con los audífonos de la computadora del papá puestos como si fueran un micrófono wireless, mostrando la barriga con un top militar y moviendose como un gato tratando de no tocar el agua. Cero pena y con mucha confianza en mi misma, que hasta en Señor Frog's monté mi show. El ritmo nunca lo tuve, y nunca lo tendré. Aún así la música se disfruta.
Peter Gabriel, Elton John, Miguel Bosé, "Rayando el sol" de Maná, "Imagine" de John Lennon, "Corazón partío" de Alejandro Sanz, y el álbum The Wall de Pink Floyd sonó en el carro de mi papá (y siguen sonando) todas las mañanas yendo al colegio.
Canciones como "It's Tricky" de Run-D.M.C. del juego de ski de Wii, "Don't go breaking my heart" con Anne Hathaway de la película Ella Enchanted, "Island in the sun" de Weezer de la película de Mary Kate and Ashley, las canciones de la serie argentina Casi Angeles y el álbum Metamorphosis de Hilary Duff me transportan a mi infancia. A mi casa con mi hermana menor en el salón de la televisión. Vale acotar que éste último es uno de los pocos CDs físicos que aún existen en mi casa actual.
Por otro lado, Chichi Peralta y Juan Luis Guerra por siempre pondrán una sonrisa en mí. Me siguen dando un sentimiento de seguridad y tranquilidad. Me transportan a una hamaca en un día caluroso con brisa en una finca en Aragua con voces familiares y motos de fondo, fútbol, piscina, cocacola y parrilla.
Mis primeros años de adolescencia estuvieron marcados por sesiones de canto y fotos con filtro en la Mac con Hannah Montana, "El Problema" de Ricardo Arjona y "Our Song" de Taylor Swift. Aprendiendo el baile de High School Musical y cantando los Jonas Brothers con mis primos en unas vacaciones. Y saliendo a minitecas junto a "Lo que paso pasó" y "Gasolina" de Daddy Yankee, "Noche de Sexo" de Wisin y Yandel y "Vestido Rojo" de Calle Ciega.
Y cómo no nombrar a Reik y su primer álbum. Todavía testifico que gracias a él supe lo que era el amor. Me transporta a un apartamento en un club de playa, acostada en un colchón inflable en el piso con mi discman imaginándome que sería que alguien sienta ese amor por mi.
Luego llegó el momento que mis amigas empezaron a tener novios. Cómo olvidar el sentimiento de libertad cuando cinco niñas cantan a todo pulmón"Ni una lágrima" de Joey Montana. Claramente sin entender el sentimiento de ser traicionada, pero cantando como si nos hubiesen montado los cachos a todas.
Me enamoré por primera vez a los 16 años con canciones como "Yellow" de Coldplay y "Smile" de Uncle Kracker. Al escucharlas me transporto a un momento de inocencia y emoción por un amor genuino. Bailé con mi novio en unos quinces al son de "Niña Bonita" de Chino y Nacho y "Una vez más" de Calle Ciega. Todavía bailar con él merengue es una de mis cosas favoritas.
También estuvieron presentes como himnos por tres veranos las canciones de campamento como "Canto al Avila" de Ilan Chester y letras como "una chuchara, una tetera, una cuchara y la olla express", "a mitad de campamento, mento", "sin ataduras puedo jugar y así deshacerme de mis papás".
Final de bachillerato estuvo acompañado de los grupos Camila, Sin Bandera y Ella Baila Sola que por alguna razón eran unos de los pocos CDs en el carro de mi mamá. No hay nada como tres mujeres cantando como si tuvieran el corazón roto. Me aprendí la letra de todas las canciones de los álbums Fearless y Speak Now de Taylor Swift. Y bastantes canciones de misa también. Pero lo mejor de esta época fueron las gaitas en los festivales intercolegiales de Diciembre. Junto a canciones como "Pégate" del Grupo Treo, "Tu Guardián" de Victor Muñoz y "Una Fan Enamorada" de Servando y Florentino. Me suben el ánimo de una. Me transporto al escuchar a Caramelos de Cianuro saltando en el San Ignacio. Y a Voz Veis en los brazos de mi novio en el Colegio Los Arcos.
Empezé la Universidad y la canción de "Sparks Fly" de Taylor Swift fue mi alarma todo el primer año. La primera melodía de la canción todavía me pone alerta. Ese primer verano tocó infinitas veces en la radio "Somebody I used to know" de Gotye. Detesto "Danza Kuduro" de Don Omar de tanto que la pusieron.
Adele tuvo dos fases en mi vida. La primera con su álbum 21. Me transporta a un Diciembre mi primer año de Universidad en la playa tras mi primer novio haber terminado conmigo. Hoy en día no puedo escucharlo. Es como si me hubiesen arrancado una parte de mí, me da dolor e inseguridad. Y en la segunda fase, Adele se reindivicó con su álbum 30. El cuál me acompañó por un momento de intensa ansiedad en mi vida. Me ayudó a dormir, a calmar mi mente, a montarme en ese avión y a mudarme.
En mis primeros años de trabajo estuvieron presentes "Dive" de Ed Sheeran de su álbum Divide, "Our song" de Rita Ora y el primer álbum de Grace VanderWaal. Me transportan al despecho de haber terminado con mi novio de muchos años. Sentada en mi corolla azul saliendo de mi primer trabajo tratando de llenar mi vida de actividades que me distrajeran de mis sentimientos. "Robando azules" de Yordano con Servando y Florentino me recuerda a un amigo. Y "The bones" de Marren Morris a perdonar y volver a enamorarme.
El álbum Folklore de Taylor Swift me acompañó durante la cuarentena de covid. Lo ponía en repeat todo el día, hasta bañándome. No sé cómo explicar que me dejaba saber que estaba bien no estar bien. Estoy segura que mi novio se sabe las canciones de escucharlas de música de fondo del apartamento por meses. Que paciencia tiene.
Por último, "Quererte Bonito" de Sebastian Yatra y Elena Rose representará siempre la felicidad que trajo a mi vida tener un perro. Y Tini y Aitana solo me ponen de mejor humor al imaginarme a mi hermana cantando cada parte de la letra.
Y sí, tengo gustos de música de niña pop.
En algunos casos, las letras de las canciones llegan a ser poesía. Abrazan al alma. Hablan un idioma que solo el oyente puede interpretar. Sacan a la luz nuestros sentimientos.
De mis favoritas están:
Taylor Swift: “Don’t want no other shade of blue, but you.” “You call me up again
just to break me like a promise, so casually cruel in the name of being honest.”
Juan Luis Guerra: “Quisiera ser un pez. Para tocar mi nariz en tu pecera. Y hacer burbujas de amor por donde quiera. Pasar la noche en vela, mojado en ti”
John Lennon: “I hope you don’t mind that I have put down in words, how wonderful life is while you are in the world.”
La Vie en Rose: "I thought that love was just a word they sang about in songs.”
Jesse y Joy: “Te amo tanto. Y para que imagines cuánto, cuenta todas las estrellas, súmale todas mis pecas y cuando creas que ya se acerca, súmale una más.”
Maluma: “Cuando nos falle la memoria y solo queden las fotografías. Que se me olvide todo, menos que tú eres mía. Cuando los años nos pesen y las piernas no caminen, los ojos se nos cierren y la piel ya no se estire. Eres el amor de mi vida.”
Uncle Kracker: “I'm lucky just to linger in your light. You make me smile like the sun.”
Camila: “Mi alma reconoció tu voz y así, se fue detrás de ti mi corazón.” “De qué me sirve la vida si no la vivo contigo.” “Solamente quiero que seas tú. Mi locura, mi tranquilidad y mi delirio, mi compás y mi camino.”
One Republic: “Hope when you take that jump, you don't fear the fall. Hope when the moment comes, you'll say: I did it all. I owned every second that this world could give.”
Avicii: "I tried carrying the weight of the world but I only have two hands.” Louis Armstrong: “What a wonderful world.”
Valentina Rico: "Hoy ese amor es whiskey puro, mañana resaca de seguro. Me da tres vueltas y hace nudo mi piel. Pero sabe a miel."
Joaquina: "Ser de blanco y negro, dejar que me calques."
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